En esta villa con vistas al lago, las fronteras entre el interior y el exterior se difuminan, creando un ambiente perfecto para el disfrute. Cada rincón está diseñado para socializar o relajarse, envolviéndote en una atmósfera de paz y confort.

La butaca Kua invita a detenerse y contemplar el paisaje en cualquier momento del día, siempre revelando su mejor versión.

Sobre la mesa Taber, un libro espera pacientemente, dispuesto a acompañarte mientras las horas pasan.

Junto a la piscina, las sillas Street y la mesa Pile se integran perfectamente con el entorno de ensueño, ofreciendo un refugio donde pasar los largos y cálidos días de verano.

Cada estancia de la casa está decorada con esmero, destacando las sillas Kaiak y Lottus, cuyos acabados en madera armonizan con los materiales de cemento, piedra y cerámica de la construcción. Aquí, cada detalle se suma para crear un ambiente de elegancia y serenidad.

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